Córdoba: acusan a un policía retirado de matar de una trompada a un camarada

Se pelearon el fin de semana durante un baile en el Centro de la Capital. Uno de ellos cayó inconsciente tras el golpe. Nunca reaccionó y murió este miércoles. El sospechoso está preso por homicidio preterintencional.

Francisco Panero

La idea de imponerse haciendo uso de la violencia, tan común en muchos varones, será motivo de reflexión de un policía retirado acusado de haber matado de una trompada a un camarada también jubilado de la misma fuerza de seguridad provincial.

El suboficial de la Policía de la Provincia Alejandro Chavero (48) está acusado de haber sido el autor del golpe que terminó con la vida del cabo retirado David Suárez (60). La pelea ocurrió el fin de semana en un local del Centro de Córdoba. La víctima falleció este miércoles mientras se encontraba internada en una clínica.

El fiscal del Distrito 1 Turno 4 de Córdoba, Rubén Caro, imputó a Chavero como supuesto autor de homicidio preterintencional: cuando se comete una agresión que no estuvo dirigida a provocar la muerte, sino un daño menor.

Una discusión por motivos pueriles derivó en un enfrentamiento que terminó de la peor manera.

El episodio, uno más de los innumerables de violencia urbana que se reproducen a diario en la ciudad de Córdoba, tuvo lugar en la madrugada del pasado sábado en un local bailable ubicado en calle La Rioja al 400, en el microcentro cordobés.

BAILE Y PELEA

Tras la cena, varias parejas comenzaron a bailar “sueltos”, sin ningún tipo de problemas y de la mejor manera, tal como sucede a menudo en esa cantina.

Todo era diversión pero, aparentemente, dos hombres que estaban bailando se tocaron, rozaron o uno de ellos pisó al otro. Esto motivó el inicio de una discusión, según la investigación. Hubo codazos, empujones y finalmente un golpe de puño que derribó a Suárez. Ya en el piso, perdió el conocimiento.

Como Suárez no reaccionaba, desde el local llamaron rápido a un servicio de emergencias. Una ambulancia lo trasladó de inmediato al Hospital Municipal de Urgencias. Luego, fue derivado a una clínica.

Pocas horas después, el expolicía Chavero fue detenido.

Muerte. El lugar donde un policía golpeó a otro y lo mató. (José Gabriel Hernández / La Voz)
Muerte. El lugar donde un policía golpeó a otro y lo mató. (José Gabriel Hernández / La Voz)

Con diagnóstico de traumatismo de cráneo severo, Suárez permaneció varios días en coma profundo, sin reaccionar.

Su cuadro neurológico no pudo ser revertido por los médicos.

En la madrugada de este miércoles, los médicos le comunicaron a la Justicia que Suárez había fallecido.

PRIMERAS INDAGACIONES

Ninguno de los dos policías retirados sabía que el otro era camarada de la misma fuerza de seguridad, según indican las primeras indagaciones efectuadas por los investigadores.

A la hora de establecer cuáles fueron los motivos de la discusión, no se conoce demasiado por el momento.

No obstante, se presume que no hubo nada previo al episodio ocurrido en la pista de baile.

Algunos se arriesgaron a señalar que el alcohol podría haber contribuido al enfrentamiento y a la reacción desmedida ante una nimiedad.

Más allá de la muerte de uno de los uniformados, el episodio en sí podría haber tenido una derivación más grave, a juzgar por un detalle: el derribado Suárez tenía en su cintura, bajo su camisa, un revólver calibre 38.

Instructor. El fiscal Rubén Caro imputó homicidio preterintencional al supuesto agresor. (Nicolás Bravo/La Voz).
Instructor. El fiscal Rubén Caro imputó homicidio preterintencional al supuesto agresor. (Nicolás Bravo/La Voz).

En los boliches y otros locales de diversión nocturna estos episodios son frecuentes, con enfrentamientos de varones que pretenden mostrar su “hombría” haciendo uso de la violencia física sobre otro.

La escena, repetida, se ejerce al frente de mujeres que algunos creen poder impresionarlas con un exabrupto machista.

ACUSACIÓN

La resolución violenta del conflicto lleva ahora a un supuesto agresor a enfrentar el encierro con motivo de una figura de homicidio atenuada.

Si bien no se trata de un homicidio simple, cuya pena se sitúa en una escala de entre ocho y 25 años de prisión, el homicidio preterintencional (la muerte ocurrida sin intención de matar) es penado por una condena que se sitúa entre los seis meses y los cinco años de prisión.