Sin re re, la pelea que se viene: candidaturas legislativas
Si finalmente, como todo indica, la Legislatura da por cerrado el tema esta semana, una masa crítica de unos 160 alcaldes del PJ deberá reorganizar su futuro político. Integrar la lista sábana de Hacemos por Córdoba es el objetivo de varios.
Yanina Soria
El tema está llegando a su fin y esta semana quedará cerrado. Aunque desde Hacemos por Córdoba aseguran que finalmente la Legislatura no modificará el artículo que le impide hoy a 289 intendentes y jefes comunales intentar su tercer periodo consecutivo, los alcaldes guardan una mínima esperanza de que el miércoles, en la última sesión ordinaria del año, pueda ingresar el proyecto.
Después de tantas idas y vueltas y aun cuando el “no” era una probabilidad alta, esa masa crítica de jefes comunales que no podrá buscar su re reelección en el 2023 no dejará pasar livianamente lo que consideran un “destrato” de sus respectivas fuerzas políticas.
Los peronistas y radicales prepararon un documento con duros cuestionamientos a los legisladores, al gobernador Juan Schiaretti y a sus ministros donde, además, anticipan “reacciones”, entre ellas, despegar los comicios locales de las elecciones provinciales.
Hacemos por Córdoba es el espacio que más cantidad de intendentes arriesga con la decisión tomada desde el Panal de no avanzar (sin un gran acuerdo parlamentario) en los cambios de la normativa; unos 160 hombres y mujeres del interior deberán ahora reorganizar su futuro político mientras cree el malestar político con Schiaretti pero, sobre todo, con el intendente de Córdoba y candidato a gobernador, Martín Llaryora.
Desde el Centro Cívico se les dice que, tal como hará el mandatario provincial, desde diciembre del año que viene deberán buscar su destino fuera del Ejecutivo, o de lo contario, les sugieren ser primeros candidatos a concejales en sus localidades para poder seguir dentro de la estructura oficialista municipal.
Desde el llaryorismo, en tanto, se prometen lugares en las listas o en el futuro gabinete, pero claro, para eso, primero hay que ganar la dura pulseada del ´23. Y es allí donde cobra relevancia la amenaza de muchos intendentes que no pueden repetir de no plegarse al trabajo territorial de Hacemos por Córdoba en sus distritos y, por ende, de no traccionar para Llaryora.
Si bien desde el oficialismo provincial minimizan el impacto de ese eventual acto de rebeldía asegurando que el total de esas localidades no llegan al 8 por ciento del padrón total, en un escenario complejo donde cada voto suma, hay quienes creen que es un error no atender la demanda de los intendentes.
Lo cierto es que mientras muchos de los alcaldes piensan en su plan B, otra pulseada asoma cada vez con mayor tensión en cada departamento: la pelea por las candidaturas legislativas.
Ocupar un lugar en la lista sábana de Hacemos por Córdoba es la aspiración a la que apunta el grueso de los intendentes sin re re; ocurre que la mayoría de los departamentos aporta dos o más dirigentes en condiciones de reclamar ese lugar.
Por caso, en el populoso departamento Colón estarían en condiciones de anotarse por el peronismo en ese camino Gustavo Brandán de Colonia Caroya; Cayetano Canto de Saldán; Jorge Fabrissín de Unquillo; y Carlos Ambrosich de La Granja.
Punilla es otro distrito complejo en ese sentido, pues allí a los peronistas propios como Matías Montoto de Huerta Grande o Débora Petrakovsky (funcionaria provincial), se le suman las aspiraciones de aliados como el socialista Gabriel Musso que, sin poder buscar su tercer mandato consecutivo en Cosquín, podría pelear por una banca en la Legislatura.
Lo mismo sucede en Calamuchita, Rio Primero o Río Segundo. Se supone, en cambio, que en San Justo, por ejemplo, tierra natal de Llaryora, esa situación se deberá dar de manera ordenada y sin mayores tensiones internas.
También cabe tener en cuenta que en muchos distritos como en el sur provincial, departamento Río Cuarto, o en Marcos Juárez, varios intendentes peronistas juegan fuera hoy de la estructura del oficialismo cordobés.
Por otro lado, también bien vale señalar además que la banca departamental resulta un objetivo un poco más complejo en algunos departamentos donde Juntos por el Cambio asoma fuerte, eso, desdibuja las pretensiones de varios alcaldes peronistas que prefieren ir en la lista sábana.